Viajamos a la Joya del Danubio en una Guía de Viajes de Budapest ideada para descubrir los esenciales de la ciudad en 48h. Lugares históricos, deliciosas propuestas gastronómicas y planes para el disfrute entre paseos y baños al aire libre. Haz las maletas, nos vamos a recorrer esta bucólica ciudad con un río por artería, unida por una historia impresa en cada adoquín y rebosante de un arte que cautiva. 


.

Comenzamos nuestro recorrido por esta guía de viajes de Budapest en el Parlamento, uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad y rey del skyline al borde del Danubio. La visita al interior es guiada y se pueden reservar las entradas en la página www.jegymester.hu. Justo al lado del Parlamento se encuentra el monumento Zapatos en el Danubio, construido en honor a los judíos asesinados por los nazis. Después, lo mejor es caminar tranquilamente a orillas del río en un largo paseo hasta llegar el Puente de la Libertad. Si cruzas hasta el otro lado de la ciudad encontrarás el emblemático Hotel Gellert y su precioso balneario.

El otro importantísimo puente de la ciudad es el Puente de las Cadenas, el más antiguo de Budapest y el más conocido de todo el Danubio. Hasta su construcción sólo se podía cruzar el río en barco o caminando sobre sus aguas congeladas. Inaugurado el 20 de noviembre de 1849, la obra actual no es la original sino una reconstrucción de 1949, tras ser derruido por el ejército nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

Seguimos nuestro recorrido por la calle Vaci, la más importante de Budapest junto a la Avenida Andrassy. Situada en paralelo al Danubio, entre la Plaza Vörösmarty y el Gran Mercado Central, Vaci es una calle peatonal en el corazón turístico y comercial de Budapest, perfecta para disfrutar de una tarde de compras o para tomar algo.

Y entonces llegamos al Mercado Central o Nagy Vasarcsarnok, un lugar lleno de vida, tradición e historia donde se concentran cada día centenares de vecinos y turistas para comprar delicias frescas. Un histórico edificio construido por el arquitecto Samu Pecz en 1897 de visita obligatoria. Desde su construcción las protestas se sucedieron, los ciudadanos criticaban que los precios se habían incrementado, sobre todo durante la Segunda Guerra Mundial, momento en que la estructura quedó gravemente dañada. En los años siguientes comenzó a perder su estatus hasta quedar cerrado al público en 1991. Tres años más tarde, el edificio fue restaurado y hoy es uno de los edificios más significativos de Budapest.

Si te apetece probar la auténtica cocina húngara, el mercado es un lugar perfecto para comer. Y después, acércate a la Plaza Vorosmarty donde se encuentra la Pastelería Gerbeaud, la más famosa de la ciudad, el lugar perfecto para tomar un buen café y degustar sus deliciosos pasteles.

Tras reponer fuerzas, puedes aprovechar para pasar la tarde en la Colina de Buda. El Castillo de Buda o Palacio Real (antigua residencia de los reyes de Hungría) es una de las imágenes más conocidas de Budapest, que actualmente alberga la Biblioteca Széchenyi, la Galería Nacional Húngara y el Museo de Historia de Budapest. Las vistas de la ciudad desde allí y desde el Bastión de los Pescadores son dignas de ver, además del encantador paseo que esconden las callejuelas de su alrededor, donde se encuentra la Iglesia de Matías, la iglesia católica más famosa de Budapest.

Para la cena si estás por la zona puedes disfrutar de una cena rápida y deliciosa en el restaurante Piknik Pavilon, junto a la iglesia de Matías. O bajar dando un paseo hasta la orilla de Buda a cenar en los restaurantes de la zona como Marvelosa o el Meat Boutique.

Al día siguiente, paseo por el barrio judío donde se encuentra la Sinagoga Dohány, la segunda más grande del mundo.  Seguidamente puedes visitar la Basílica de San Esteban, el edificio religioso más grande de Hungría con capacidad para más de 8.500 personas. El nombre de la basílica hace honor al primer rey de Hungría, Esteban I (975–1038), y en su interior se encuentra una de las reliquias sagradas más importantes del país: su mano derecha.

Muy cerca empieza la Avenida Andrássy, llena de grandes palacios e impresionantes edificios dignos de ver como la Ópera de Budapest. Recorre este bonito paseo y llegarás a la Plaza de los Héroes, puerta de entrada al Parque Városliget. Relájate en este pequeño oasis y si tienes tiempo, déjate seducir por el Castillo Vajdahunyad, construido por Ignác Alpár en 1908 a imitación de un castillo de Transilvania. Y para comer, aprovecha que estás en el parque para hacer un picnic si el tiempo te lo permite, o también puedes disfrutar de una relajada comida en el restaurante del parque, Varosliget Cafe.

Tras la comida, un plan imprescindible en Budapest: disfrutar de unos baños. Justo en Városliget están los más populares de la ciudad, los baños Széchenyi. Es casi una religión entre sus vecinos este acto social de ir a los baños, y te aseguramos que saldrás como nuevo. Y como colofón, nada mejor que un buen café en el Centrál Kávéház, un clásico de la ciudad e históricamente habitual de artistas, con lujosa decoración y deliciosos dulces, más allá del Puente de la Libertad.

Si todavía tienes tiempo, puedes cerrar la tarde con una visita al Museo del Holocausto, el mejor del mundo en su temática. En el interior se rinde homenaje al más de medio millón de judíos húngaros asesinados por los nazis con exposiciones fotográficas, de vídeo y documentos de la época. Y al anochecer, despide la ciudad con un buen paseo junto al río, una deliciosa cena, un espectáculo en la Ópera de Budapest, o una última copa en el Szimpla Ker, el “ruin bar” más famoso de la ciudad.


   

Producto añadido a tu lista de deseos