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Ljubljana es uno de los tesoros mejor guardados de Europa, una ciudad vital, sostenible, orgánica y saludable, que late culturalmente a ritmo de metrópolis mas con la cadencia de un pequeño pueblo. Gracias a su poderosa masa verde urbana -que ocupa tres cuartas partes de la ciudad- y su conciencia eco-sostenible, Ljubljana fue elegida Capital Verde Europea 2016. Un merecido reconocimiento acompañado de múltiples encantos más como su casco antiguo de cuento bañado por el río y custodiado por un imponente castillo medieval, su mercado central, sus parques, su equilibrada gastronomía, su floreciente expresión artística, y sus influencias mediterráneas, germanas y del Europa del Este, que confieren a Ljubljana un encanto único por el que merece la pena visitarla.
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¡Nos vamos a Ljubljana, la capital de Eslovenia! Considerada por muchos la 'Nueva Praga' por su gran parecido, Ljubljana es una capital europea todavía desconocida, abierta y vital que emana optimismo, respeto y ganas de crecer; que debate sus influencias entre aires mediterráneos, germánicos y de Europa del Este; vive a ritmo de pequeño pueblo pero late culturalmente cual metrópolis; y posee una alta conciencia medioambiental. Una ciudad recogida y coqueta de 300.000 habitantes con una gran comunidad estudiantil y artística, amplia oferta cultural, gastronomía con recuerdos mediterráneos, un pintoresco casco antiguo, poderosas zonas verdes y una conciencia eco-sostenible que le ha valido el galardón de Capital Verde Europea 2016.
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Capital Verde Europea 2016
El año pasado Ljubljana fue elegida Capital Verde Europea, un reconocimiento que pone en valor sus esfuerzos por mitigar el cambio climático y dotarse de grandes espacios verdes (cuenta con cerca de 540 m2 de zonas verdes por habitante), huertos en el paisaje urbano, agua potable en todas las esquinas, zonas públicas especialmente limpias, accesibilidad para las bicicletas (su transporte estrella), y una nueva hornada de mercados y restaurantes que apuestan por lo ecológico como mandamiento de vida.
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Gastronomía
Esta apuesta por lo ecológico como mandamiento de vida queda patente en lugares como el Mercado Central y sus contiguos tenderetes al aire libre de frutas y de verdura, uno de los grandes lugares de encuentro de los locales y fuente de vida de la ciudad, y que en esta época del año está especialmente colorido y atractivo. Además, te recomendamos que hagas coincidir tu estancia con al menos un viernes, ya que este día una de sus plazas centrales se convierte en un mercado de comida callejera de todo el mundo llamado Odprta Kuhna o Cocina Abierta, donde restaurantes de toda Eslovenia ofrecen un menú saludable en plena calle.
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Casco antiguo
Su casco antiguo situado en el centro de la ciudad es una de sus grandes joyas. Pintoresco y manejable, el centro de Ljubljana se articula entorno al río Liublianica, donde la vida brota a borbotones entre sus calles y plazas empedradas (y cerradas al tráfico), con numerosos restaurantes y bares de copas, galerías de arte y tiendas de nuevos diseñadores eslavos que hacen las delicias de lugareños y turistas. Las partes más importantes de la ciudad se encuentran aquí y dadas sus pequeñas dimensiones se puede visitar en uno o dos días, lo que hace de la ciudad un destino perfecto para pasar el día si viajas a otras ciudades como Viena, Budapest o Zagreb, o una corta escapada si viajas expresamente hasta ella.
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La zona del casco antiguo comienza en la Plaza Presernov, bajo la estatua del poeta France Preseren y junto al icónico Puente Triple del omnipresente arquitecto Plecnik. A partir de aquí, perderse entre sus calles empedradas es un placer y un descubrir incesante de locales, tiendas variopintas y coquetas galerías de arte entre impecables casas de colores. Por el centro es también un gozo pasear junto al río bordeado de animadas terrazas a la sombra de árboles frutales, o buscar más allá del puente Hradetski el bohemio ambiente del embarcadero de Trnovo, en cuyas escaleras de piedra se congregan los jóvenes al caer la tarde para tocar la guitarra.
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Castillo medieval
Otra visita imprescindible en Ljubljana es su castillo, al que se puede acceder por una ruta a pie que parte desde el centro o en funicular. Custodio de toda la ciudad, este castillo medieval es un hito de la capital eslovena y el mejor lugar para admirar unas vistas inmejorables ciudad con los Alpes Julianos como telón de fondo. En los bajos descansa el Teatro de Marionetas, mundialmente conocido, y arriba en la explanada tienen lugar actividades culturales como cine bajo las estrellas, teatro y exposiciones. Además en su restaurante Na Gradum se pueden saborear deliciosos platos locales a un precio razonable.
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. . . . . . . . . .. .Zonas verdes
La visita al castillo te llevará aproximadamente medio día, por lo que el resto de la jornada la puedes dedicar a visitar sus zonas verdes que ocupan tres cuartas partes del territorio de Ljubljana. De sus cuatro parques inmersos en el área urbana, el mas popular y frecuentado por los lugareños es el Tivoli con varios museos y galerías de arte en su interior, especies protegidas de flora y fauna, y un Jardín Botánico que figura entre los más antiguos de Europa.
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. . . . . . .Noche en Ljubljana
Al caer la noche, el casco antiguo se vuelve un hervidero de gente por las calles y en las terrazas, con un ambiente fresco y muy atrayente, sobre todo al borde del río y en la plaza Prešeren. Esta plaza posee una gran belleza gracias a los emblemas que la configuran: la iglesia barroca de la Anunciación, la estatua del poeta Frances Prešeren, el puente triple y la fachada de las Galerías Emporium. La plaza Novi i las casas ocupas de Metelkova (al norte de la ciudad), son también dos puntos de encuentro nocturnos de gran ambiente.