En el Bajo Aragón hay escondido un pequeño paraíso ‘slow’ con aires de la Toscana italiana llamado Matarraña, una comarca repleta de tesoros escondidos entre ríos, montañas, pueblos con encanto, alojamientos de ensueño y sabores de la tierra. 


Matarraña es una comarca situada en el Bajo Aragón entre Cataluña, Aragón y Valencia, escondida en el Maestrazgo y con influencias del mediterráneo. Una zona de plena naturaleza con rincones únicos que rezuman aires italianos, como el transcurso del río Matarraña especialmente en tramos como su paso por el pueblo Beceite, una de las localidades más bellas del Maestrazgo, rodeada de olivos y de las montañas del Sistema Ibérico. Y para ahondar en las raíces históricas de Matarraña hay que visitar Calaceite. Su conjunto urbano es uno de los mejores conservados, donde se encuentra el poblado Ibérico de San Antonio, uno de los yacimientos arqueológicos más impresionantes de la zona. Además, a nivel gastronómico es una comarca muy rica, con especialidades como las Casquetas (pastas tradicionales), el delicioso queso de La Fresneda, los aceites y vinos de Calaceite, el jamón de Teruel, y la miel y las almendras de Valderrobres

Otro de los grandes atractivos turísticos de Matarraña son sus hoteles situados en plena naturaleza. El Hotel Consolación, ubicado en Monroyo, es un lugar maravilloso de tranquilidad amable, divertido e inspirado en la arquitectura de Craig Ellwood, mezcla del racionalismo de Mies van der Rohe y el informalismo californiano, y que dispone de doce habitaciones, dos suites en la ermita y diez cubos minimalistas con vistas a un bosque de pinos infinito. La Torre del Visco es también otro imprescindible de la zona, una masía del siglo XV integrada en el conjunto monumental de Fuentespalda. Y finalmente, Mas del Bot, un hostal rural con habitaciones construidas con balas de paja, situado en el pueblo Valderrobres, considerado uno de los más bonitos de España.


 

Producto añadido a tu lista de deseos