El selfie es el retrato del siglo XXI. La foto que todos podemos hacernos sin esfuerzo, allá dónde estemos (dando fe de ello) y que siempre termina en las redes sociales. Con amigos, con tu pareja, en la piscina o frente a la Torre Eiffel, el lugar importa, sí, pero para qué engañarnos, en un selfie tú eres el protagonista. Así que, toma nota porque en Gabol tenemos las 5 claves que harán que consigas el selfie perfecto. 


Dicen Kim Kardashian fue una de sus precursoras. Lo que es seguro es que ella es una adicta confesa a esta modalidad de fotografía donde tú haces tu propio retrato cámara en mano (ella dice que puede hacerse cientos en un día). El número es libre pero la técnica, la técnica es una. Los selfies son todo un fenómeno social, una nueva forma de expresarse muy acorde a las nuevas tecnologías de la información donde la imagen y la instantaneidad reinan en las redes sociales. E incluso podría considerarse una nueva forma de viajar, pues las instantáneas forman parte de la experiencia del viajero desde que existen las cámaras y raro es entenderla si ellas. Un fenómeno que, como  todos, tiene adeptos y detractores pero que más allá de todo debate tiene -dentro de la moderación- ventajas logísticas y un potencial expresivo que nos permite mostrar (y mostrarnos) con quienes queramos: cómo estamos, con quién, qué hacemos o en qué parte del mundo nos encontramos. Y para que el círculo cierre, el selfie ha de ser un selfie perfecto, porque como todo fenómeno convertido en modalidad tiene su técnica y no hay que menospreciarla. Así que si alabas sus ventajas y simplemente lo practicas, más allá de que uses o no su nombre oficial, debes conocer estas 5 sencillas claves para conseguir el selfie perfecto:

1. Escoge un lugar correcto y con buena luz. Preferiblemente espacios abiertos y con una fuente de luz natural que ilumine tu rostro sin llegar a quemar la imagen. 

2. Busca un look natural que destaque lo mejor de tu rostro. 

3. Coloca la cámara por encima de la altura de tus ojos, el efecto picado siempre favorece más, y ladea un poco el rostro tratando de mostrar algo más de tu perfil. 

4. Practica tu mejor gesto. Las medias sonrisas o los ojos un poco achinados son una buena técnica.

5. Utiliza las herramientas de retoque que tienes a tu alcance. En cuestión de efectos, trata de no saturar demasiado la imagen, dótala de brillo y luz (ayudará a disimular las imperfecciones), aporta calidez para ganar en buen color (los tonos grises son sinónimo de poco saludable en el rostro) y mejora la nitidez.  

 

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